Los productos monodosis no sólo son los reyes de los neceseres. También son perfectos para llevar en el bolso, guardar en la bolsa del gimnasio o tener en la mesa del despacho.
Los productos con peligro de derrame deben ir en un neceser impermeable para ahorrarse disgustos en caso de volcarse. Otra opción es envolverlos en plástico de cocina o en bolsas de plástico para bocadillos: lo importante es aislarlos.
Llevar productos a medio terminar y gastarlos durante el viaje es una buena manera de no cargar con ellos al regreso.
Para las muy viajeras, nada como invertir en un kit de envases para viajes y llenarlos de nuestros productos favoritos. (Los botecitos de los hoteles también son una buena alternativa). Conviene tener al menos un minitarro (para cremas); tres botes (para limpiadora, tónico y desmaquillador de ojos) y algún envase para la crema de cuerpo. El truco es rellenarlos nada más regresar a casa para tenerlos siempre listos.
Cuidado con llevar las pinzas de depilar, una lima metálica o las tijeritas de la manicura en el neceser de mano: puede que no pasen los controles de seguridad del aeropuerto y se queden en tierra. Por la misma razón, los sprays deben ir en la maleta.
El champú es perfecto para hacer doblete como gel de ducha. A la vez, quien tenga el pelo graso o muy corto puede usar el gel para el pelo.
Mujer previsora vale por dos: nada como coleccionar las muestras gratuitas de las revistas.
Nada de robar la maquinilla de afeitar a su pareja para depilaciones de urgencia. El filo se mellan, y los cortes están prácticamente asegurados. Es mejor llevar un solo mango y dos cabezales para alternar y evitarse discusiones "sangrientas".
Las cremas perfumadas sirven tanto para hidratar como para dejar la piel fragante.